jueves, 24 de enero de 2013

Volviendo a la realidad: Decidir nuestro modelo social y económico para garantizar la igualdad de oportunidades



Entre debates sobre soberanismo, independencia y derecho a decidir los titulares nos distraen la atención de temas tan esenciales como crisis económica y los problemas sociales que la ciudadanía está padeciendo.

Pese a que el debate territorial es legítimo y necesario para valorar el encaje social, cultural y político de Catalunya en España y Europa (recomiendo leer artículos de Miquel Iceta y Ferran Pedret), debe haber, bajo mi punto de vista, otro problema a resolver urgentemente: el de las personas que desgraciadamente tienen muy poco a decidir, más que como preservar su trabajo, encontrar uno o mantener su vivienda, proyectos y dignidad.

Que el Parlament de Catalunya centre la mayor parte de su primera sesión a debatir el modelo territorial y político me parece cuanto menos inquietante, sino irresponsable.


Los datos del parto presentados hoy nos devuelven a esa realidad, la más cruda. Casi seis millones de parados en toda España, con una importante subida en el de las mujeres y jóvenes.

Que el Parlament de Catalunya centre la mayor parte de su primera sesión a debatir el modelo territorial y político -tras meses de inacción por las Elecciones anticipadas convocadas por el President Artur Mas- me parece cuanto menos inquietante, sino irresponsable.

Claro que podemos pactar con España el modelo de Estado, claro que podemos decidir el futuro como sociedad y como nación. Pero ante todo podemos y debemos pactar que modelo social queremos. El tema identitario está presente en todas las intervenciones del Govern de CIU y sus socios. Pero cabe preguntarse, ¿Apoya ERC, tras su pacto de Gobierno con CIU, los míseros recortes a áreas como educación o salud que durante dos años han puesto en jaque el sistema social y asistencial catalán?

Los recortes hicieron, por ejemplo, que nuestra ciudad estuviera a punto de perder la obra de reconstrucción del Col·legi Àngel Guimerá. La acción reivindicativa de muchos padres y madres, acompañados por entidades, partidos y parlamentari@s como Eva Granados, del PSC, permitió que ese recorte no se consumara.

Pero una victoria, por muy positiva que sea, no debe ocultar la realidad, lo que sigue sucediendo a causa de esos recortes en cientos de pueblos y ciudades día tras día. Da igual si es eliminar especialistas en un centro de salud, recortar la subvención a las Escoles Bressol, subir hasta el tope las tasas universitarias, implantar matriculas a la FP o dejar decenas de días al alumnado sin recibir clases. Esa es la Catalunya real a la que nos enfrentamos día a día quienes queremos estudiar y no podemos, quienes tienen que desplazarse para recibir atención médica especializada y esperar listas de espera interminables para ser operados, quienes no pueden conciliar ni ofrecer una educación infantil a sus hijos e hijas porque las Escoles Bressol son más caras (pese a asumir los Ayuntamientos gran parte del recorte), etc.

Otros países como Francia, otras comunidades como Andalucía, apuestan por la educación y el apoyo a las personas emprendedoras como una vía de salida de la crisis. Organismos internacionales como Naciones Unidas o la OIT nos indican que sólo si se fomentan medidas de formación y capacitación con atención a la igualdad de mujeres y hombres, a la problemática juvenil y las personas mayores, se conseguirá una recuperación equitativa y sostenible.

En cambio, el panorama general en Catalunya, España y Europa, salvo excepciones, relega todo el proyecto económico a recortar el presupuesto público y a crear o ampliar tasas para los servicios del Estado (véase Justicia, Sanidad, Universidades, etc.) Todo ello no solo es injusto desde el punto de vista social, sino que ahonda aún más a nuestro país en la crisis y la recesión.

¿De que sirve entregar millones de euros a la banca para salvar su gestión chapucera si esto no revierte en créditos justos para las familias y empresas?

¿De que sirve “mejorar la competitividad” de las empresas rebajando salarios y condiciones laborales, si esto solo hace mermar el consumo y afectar a la salud y calidad de vida de la ciudadanía?

Frente a esta situación, para los y las socialistas nuestro compromiso es y debe ser claro. No se trata de dar lecciones a nadie, simplemente acompañar a toda la ciudadanía en la demanda y mantenimiento del Estado del Bienestar. Ese que nos garantiza un presente y un futuro dignos. Estos días lo estamos trabajando y lo seguiremos haciendo como prioridad urgente: social y económica. Pero sobretodo por dignidad.

Rubén Castro Torres
Primer Secretari. Joventut Socialista de Sant Andreu de la Barca

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