"No se puede vender como efectividad lo que es precariedad: reducir un 70% el presupuesto en comunicación, un 22% para toda la Delegación para la violencia de género, olvidar ciertos medios clave y desechar campañas anteriores jamás puede ser mostrado como un avance por la igualdad."
"El Gobierno gasta en la promoción de un día concreto, de una festividad militar, el 90% de todo el presupuesto para comunicación y publicidad contra la violencia machista en 2012. [...] el mismo gobierno que tacha de irrelevante la visibilidad pública de las políticas de igualdad, e inmoral el gasto elevado en campañas contra la violencia hacia las mujeres"
Autor: Rubén Castro Torres
Estudiante de Diplomatura Postgrado en Género e Igualdad. Universitat Autónoma de Barcelona
Estudiante de Diplomatura Postgrado en Género e Igualdad. Universitat Autónoma de Barcelona
En
los últimos años hemos encontrado en la crisis económica el mayor pretexto para
menoscabar las políticas de por la igualdad. No ha sido la única excusa: desde
la pugna competencial (que administración debe desarrollarlas), el debate
estructural (en que departamentos y con que estructuras se sitúan) hasta la ceguera
patriarcal (se argumenta que la igualdad ya está conseguida y no son necesarias
más acciones) las políticas de género han sido presentadas como algo
prescindible, por debajo de otras prioridades o propias de otra época.
Además,
la ínfima e inadecuada contextualización que han hecho algunos medios y grupos
políticos sobre la situación en la que se presentan esas políticas públicas ha
sido una de las causas que hacen que éstas se sitúen a la luz pública como algo
inadecuado en tiempos de crisis. Así sucedió durante la legislatura en que se
creó el Ministerio de Igualdad, con unos mitos y falsedades muy alejados de la
acción y visibilidad del Departamento, mostrando mediáticamente otra situación.
De la misma manera siempre que se han debatido, demandado o aprobado avances en
los derechos de las mujeres (y hombres) se ha ejercido una reacción agresiva,
inherente al sistema patriarcal. (lógico al basarse éste en el machismo y su
violencia)
Entrando
en el ámbito concreto de la lucha contra la violencia de género, causa que
requiere una especial acción transversal, observamos en 2011 y 2012 un gran
retroceso respecto a otros años. La atención y recursos destinados a mujeres
que han sido (o puedan ser) victimas de la violencia machista, los dispositivos
y protocolos de seguridad, la investigación (con la recopilación y análisis de
los datos sobre violencia) y la sensibilización son los principales ejes sobre
los que el Estado ejerce su acción. En este sentido el Gobierno de España en
cumplimiento de la Ley Integral contra la violencia de género 1/2004 y la Ley
de Igualdad 3/2007 incorpora a través de sus Ministerios el presupuesto de
acción contra la violencia de género. Esta acción se dirige especialmente en la
Delegación del Gobierno para la violencia de género, creada a partir de 2004, y
tiene entre otras la importante tarea de difundir estudios y campañas de
sensibilización, que han consistido en hacer llegar a la ciudadanía un mensaje
contra la violencia machista y de apoyo a la igualdad. [1]
Con
la nueva legislatura bajo el Gobierno del Partido Popular no se tardó en
continuar por el camino de la ridiculización que ya se había ejercido hace años
como ofensiva hacia toda la acción por la igualdad que el Gobierno socialista
había desarrollado. Tildadas muchas de estas medidas como “propaganda” o
“campañas a bombo y platillo” en palabras del nuevo Secretario de Estado de
Igualdad y Servicios Sociales, Juan Manuel Moreno, éste defendió el recorte de
un 70% del presupuesto en publicidad contra la violencia de género en 2012 (recorte
que se mantiene para 2013) para ganar en “sensibilización”.
La reducción conlleva
entre otras cosas acabar con la promoción de las campañas en la televisión u
otros medios masivos, para lo que el Gobierno aduce que se cambiaria por una mayor
acción en las redes sociales e Internet, puesto que las anteriores campañas no
eran adecuadas al objetivo de la igualdad.
"El Gobierno se equivoca también con los y las adolescentes, pues aunque sí acceden y participan en las TIC de una forma abrumadora, la realidad es que se informan de los temas relacionados con la violencia de género a través de la televisión, especialmente. "
Pero
de hecho, la sensibilización en la red ya se hizo en campañas como Saca Tarjeta
Roja al Maltratador o Maltrato Zero (ésta última a nivel iberomericano). Debe
destacarse que fueron muy efectivas, tanto por sus mensajes claros, la
participación de líderes y personas públicas y la implicación de la ciudadanía
(y entidades, empresas, grupos, etc.) pudiendo participar con fotografías en la
Web, redes sociales, etc. Pero el resultado no hubiese sido el mismo sin los
anuncios llamativos y claros en televisiones y radios.
No
se pueden limitar por regla general las campañas a ciertos medios de
comunicación (los más avanzados, las TIC) desechando la televisión (entre
otros) Al hacerlo el Gobierno del Partido Popular está impidiendo el acceso a
esa información a gran parte de la ciudadanía: quienes no acceden a Internet o
la prensa escrita habitualmente (personas mayores y especialmente las mujeres,
ya que la brecha digital de género demuestra que éstas acceden menos a la red)
Pero
además, el Gobierno se equivoca también con los y las adolescentes, pues aunque
si acceden y participan en las TIC de una forma abrumadora, la realidad es que se
informan de los temas relacionados con la violencia de género a través de la
televisión, especialmente.
Concretamente,
el 84% de los y las jóvenes afirma que la televisión o el cine ha tenido
bastante o mucha importancia en su valoración sobre la violencia de género,
según el Estudio “Igualdad y prevención de la violencia de género en la
adolescencia” de 2010[2] Seguidamente,
otros medios como la prensa o folletos (especialmente en chicas) o Internet han
tenido también gran importancia en opinión de las personas que participaron en
el estudio.
Así,
aunque deben potenciarse nuevas estrategias y medios participativos para llegar
a la ciudadanía, no podemos obviar la importancia que a día de hoy ejerce la
televisión o el cine (con sus series, películas, etc.) especialmente en la
transmisión de estereotipos y patrones de masculinidad y feminidad: esta
influencia en la gente joven, que se erigen como uno de los principales
grupo-meta a los que dirigir las campañas de sensibilización, requiere una
acción global, una imagen atractiva y un mensaje comprensible y asumible que
motive a la implicación.
El
Gobierno generaliza al minimizar la acción de concienciación contra el sexismo a
unos ámbitos concretos. Fomentar la igualdad de género también debe implicar a
los principales medios, bien sea mediante colaboraciones, contrataciones de
espacios, patrocinio de programas, subvención de documentales y películas, etc.
Por
otro lado, aducen también a la reutilización de campañas anteriores, algo que
en cierta medida puede ser positivo, especialmente en cuanto a su cesión a
otras entidades públicas: No obstante cabe recordar que a la práctica, el uso
público de las campañas de igualdad del Gobierno ya se venia realizando desde
hace años, especialmente por entidades locales y organizaciones de mujeres.
Pero contrariamente a lo anunciado, en lugar de re-impulsar las campañas
existentes, una gran parte de éstas han desaparecido del renovado espacio Web
del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, incluso algunas que contenían
contenido que la ciudadanía y entidades habían publicado durante años.
Y
es que no se puede vender como efectividad lo que es precariedad: reducir un
70% el presupuesto en comunicación, un 22% para toda la Delegación para la
violencia de género, olvidar ciertos medios clave y desechar campañas
anteriores jamás puede ser mostrado como un avance por la igualdad.
Garantizar
el acceso a servicios de prevención, atención y rehabilitación es algo que la
Ley garantiza de alguna manera, y es fundamental para acabar con nuevas
situaciones de violencia y evitar la continuación de las que persisten. Pero
sensibilizar a la ciudadanía, especialmente a la gente joven, quienes están
empezando a fraguar sus papeles en la sociedad, es una tarea que no puede dejarse
si queremos que las nuevas generaciones crezcan concienciadas en los valores de
la igualdad y el respeto.
Como
muestra comparativa de la situación creada por los recortes, cabe destacar que tan
solo en la publicidad del Ministerio de Defensa por el Día 12 de Octubre
se han destinado 1,3Millones de €[3].
Un presupuesto destinado a la promoción de anuncios en diferentes medios
(algunos a gran tamaño, en redes sociales) y especialmente en televisión. Es
decir que el Gobierno gasta en la promoción de un día concreto, de una
festividad militar, el 90% de todo el presupuesto para comunicación y publicidad
contra la violencia machista en 2012.
Se
trata curiosamente del mismo gobierno que tacha de irrelevante la visibilidad
pública de las políticas de igualdad, e inmoral el gasto elevado en campañas
contra la violencia hacia las mujeres, mientras gasta en una sola publicidad
institucional militar el mismo presupuesto.
"La alternativa es (re)construir un modelo de sociedad más justa e igualitaria, algo que requiere mucha inversión, esfuerzos compartidos e implicación social."
Volvemos
de nuevo a los ataques a la igualdad, a los supuestos ajustes técnicos. Unos
ajustes que pese a estar justificados por unos pretendidos datos científicos, desechan
los principales estudios realizados: Se nos muestra la causa de la igualdad de
mujeres y hombres como secundaria en tiempos
de crisis.
Pero
no olvidemos que ahora es el momento en que más hincapié debe hacerse en atajar
las desigualdades, porque éstas aumentan más cuanto mayores son las
dificultades económicas.
La
alternativa es (re)construir un modelo de sociedad más justa e igualitaria,
algo que requiere mucha inversión, esfuerzos compartidos e implicación social. Pero
si desaparece la fuerza ejecutora que ejercía el Gobierno del Estado en ámbitos
como la educación, cultura o trabajo desaparece también la fuerza legal y
económica que impulsaba esas políticas en todo el territorio. Con ello se dejan
desamparadas a las administraciones más cercanas a la ciudadanía y a las
entidades feministas, algo contraproducente e ineficaz.
Solo
con una apuesta decidida y visible para desmontar la transmisión de valores
machistas y las estructuras patriarcales podremos hacer posible el contenido
del título de la Ley 3/2007, la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
[1] Podemos
destacar campañas como “Saca tarjeta Roja al Maltratador” o “No te saltes las
señales, elige vivir”
[2] Investigación
realizada en 2010 con jóvenes de 13 a
18 años, impulsada por el Ministerio de Igualdad y la Universidad Complutense
con la colaboración del Ministerio de Educación y las comunidades autónomas.
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