domingo, 17 de julio de 2011

¿La política es el problema?



El otro día leía en un periódico que la clase política y la forma de hacer política actual eran una de las primeras preocupaciones de la ciudadanía después de la crisis económica.

Esta situación no nos puede parecer aislada y tenemos que plantearnos que entendemos por hacer política, y que se ha hecho (o hemos hecho) tan mal como para que se considere uno de los principales problemas del país.

La política en mayúsculas tiene que ser, bajo mi punto de vista, un espacio de debate, de encuentro y de cohesión, en el que la mayoría decide, pero en el que las minorías no deben verse excluidas, de ahí que nos fundamentemos en principios como la igualdad y la libertad.

Y también es cierto que, como pasa en todos los ámbitos de la vida, se tiende a juzgar la excepción como si fuera la norma. Por ejemplo, estamos hartos de ver casos de corrupción, de malas prácticas en entes públicos, de personas que se aprovechan de unos ideales compartidos por mucha gente para su propio beneficio. Pero eso no significa que siempre sea así, ni que el poder siempre corrompa el sano ejercicio de una responsabilidad política. Hay muchísimas personas, militantes de partidos políticos y cargos públicos que ostentan su dedicación con humildad, con absoluta abnegación y dedicando gran parte de su vida en gestionar nuestra sociedad: trabajando hora tras hora, día tras día y más allá de lo que un horario laboral pueda permitir.

Y eso, aunque parezca increíble, es así la mayoría de las ocasiones: sin embargo no siempre se han hacen bien las cosas bien. Y ahí es donde tenemos que centrarnos, en que hay que mejorar. Primero, en explicar lo que se hace bien, y segundo, tomar más medidas para que las malas prácticas no lleguen a producirse.

Volviendo al principio, hay que tener en cuenta que la situación es la misma año tras año: una parte de la ciudadanía (en ocasiones gran parte, hay que recordarlo) se abstiene de participar, se indigna.

Pero el escenario a día de hoy no es el mismo que el de hace 10 años, ya que las Tecnologías de la información y la comunicación permiten acercarnos, por poner un ejemplo, desde a nuestros vecinos y vecinas hasta a líderes de los grandes partidos, todo ello permitiendo una comunicación directa, y complementaria a la que la prensa realiza.

Se trata de un cambio global, el de los gobiernos y partidos abiertos, pero en el también hay que empezar desde abajo, desde lo más cercano a la gente de a pié hasta llegar a las administraciones más alejadas como el Parlamento.

Por otra parte, no sería muy válido que hablase de cambios y de propuestas si al menos no desgrano algunas de las que yo considero que van por buen camino y se están produciendo en mayor o menor medida

Por ejemplo, en Sant Andreu de la Barca, desde el PSC hemos iniciado la web La Veu digital, que poco a poco irá incorporando mayores cotas de participación mediante encuestas, entrevistas y actividades “menos tradicionales” unidas a la presencia en las redes sociales. Sin duda avanzaremos en cercanía e información de proximidad. Merece la pena el paso dado!

Otro ejemplo, las Juventudes Socialistas, también aquí en la ciudad, vamos a continuar con la línea de reuniones, debates y actividades participativas durante este año. Y es que gracias a este modelo de organización abierta y cercana han participado cientos de jóvenes, aportando idea y opiniones, que por ejemplo se han debatido para incorporarse al programa electoral socialista para las pasadas Es una tarea que no acaba cuando terminan las Elecciones, sino que se renueva aún con más fuerzas si cabe. En esa línea tendremos novedades y recuperaremos algunas experiencias ya realizadas con bastante éxito, lo veremos poco a poco.


Ante todo esto que escribo quisiera terminar con una anécdota:
Más de una persona me ha preguntado, que si soy político. Y ante eso siempre respondo afirmativamente, y lo hago orgulloso de formar parte de un proyecto de progreso, social y optimista. Soy socialista, y por ello me implico todo lo que puedo en el proyecto del PSC-PSOE (lo haré bien y otras veces mal, pero siempre lo intento)

Pero también me considero político simplemente por ser ciudadano, como persona que creo que puedo y debo aportar mi trabajo y mis ideas para el debate. Y ahí es donde me gusta ver al resto de la ciudadanía, como iguales, debatiendo el que ha de ser el marco de nuestro futuro en común.

Nuestro papel, el de quienes militamos en partidos políticos, ha de ser el de atraer a toda la ciudadanía a la política y al debate, no porque sea “nuestro” escenario, sino porque tiene que ser un espacio abierto y en el que todas y todos podamos dar nuestra opinión.

Y es que estoy seguro que una sociedad implicada, aunque sea en escenarios cambiantes y difíciles, siempre avanzará a mejor.

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