No suele ser lo habitual en este Blog (en el que últimamente no suelo escribir mucho) pero hoy me apetecía hablar de algun tema menos político, no por que sea algo secreto, sino más bien del ámbito personal.
Y es que la vida no es un camino de rosas: no suelo serlo, seamos realistas. Pero lo que si puede ser es un viaje por lo menos alegre y en el que los peores momentos se reducen a la anécdota.
Y en ese álbum de buenos y no tan buenos momentos puedo y tengo la enorme de suerte de poder agradecer a Bea su ayuda y su apoyo en todos y cada uno de los proyectos y caminos que he tomado en mi vida.
Se puede participar en Juventudes, se puede estudiar, se puede pasar el tiempo con actividades de ocio, pero nada es tan sencillo si no cuentas con una persona a quien contarle tus dudas, tus ideas, tus proyectos, con quien compartir todo. Y es que, sin duda, si hay alguien a quien pueda estarle eternamente agradecido (además de la família, amig@s y compañer@s) de su apoyo incondicional y su ayuda es Bea.
Y es que cuando pasa un año tras otro, uno se da cuenta de que los problemas que antes se veían enormes acaban por ser minúsculos, y que los deseos de hoy acaban siendo las alegrías de mañana. Y si escribo esto es porque todos esos sueños se han ido cumpliendo, y si mañana se seguirán cumpliendo serán por esa fuerza, esa acción en común que cada día puedo completar junto a Bea.
Gracias por ser como éres y grácias por confiar en mí.
Rubén
